La Semana de Arte Moderno de 1922 es el gran punto de partida del Modernismo brasileño. En torno a este evento, se desarrolla una poderosa renovación artística que involucra no sólo a las artes plásticas sino también a la literatura y la música. Integración de las artes que procura concretar un arte tan moderno como brasileño. En esta empresa se hallan, entre otros, Tarsila de Amaral, Lasar Segall y Emiliano Di Cavalcanti.
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