02/11/2022

¿Por qué las elecciones en Estados Unidos son importantes para la Argentina?

Las próximas elecciones legislativas en los Estados Unidos tendrán lugar el 8 de noviembre en un ambiente de suma polarización. La adopción de posturas de tipo conservador popular por parte de los republicanos, luego de la llegada al poder de Donald Trump, y el fortalecimiento del ala progresista del Partido Demócrata han dificultado el diálogo y la posibilidad de que los dirigentes de ambos partidos alcancen acuerdos.  Es por esto qué de producirse un cambio en el Congreso, pasando de manos demócratas a republicanas, podemos esperar cambios sustantivos en las políticas que impulsará esta institución.

Las últimas encuestas señalan que los republicanos se encaminan a recuperar la cámara de representantes, pero aún no dejan en claro quien se impondrá en el Senado. Esta última elección tiene particular importancia. Recordemos que los senadores son quienes aprueban o rechazan las nominaciones de los nuevos jueces de la Corte Suprema y esto los convierte en actores claves en Washington. En efecto, y dada la parálisis legislativa en la que se encuentra Washington debido al enfrentamiento entre republicanos y demócratas, en muchas ocasiones el máximo tribunal es el que termina definiendo políticas.

Y uno de estos fallos del Supremo Tribunal se ha vuelto central para la campaña de los demócratas. La pérdida del derecho al aborto a nivel nacional, pasando ahora a depender de las normativas que dicte cada estado, no sólo los ha permitido a los demócratas movilizar a su base electoral, sino que también los ayudó a centrar su campaña en un tema con el que la mayoría de la población se siente más cercana a la posición demócrata que la republicana. Al fin de cuentas, como señalan los demócratas, el fallo contra el derecho al aborto fue posible gracias a que el Senado republicano le permitió a Trump construir una mayoría conservadora en el tribunal.

Pero a pesar de esto, una victoria republicana continúa siendo probable porque la principal preocupación que tienen los estadounidenses hoy en día es la inflación.  Efectivamente, la suba de la tasa de inflación -que ronda el 8%, la más alta en cuatro décadas- ha disminuido el ingreso real de una parte significativa de la población.  Este malestar también ayuda a explicar la baja en la popularidad del presidente Biden, que hoy ronda el 40%.

A esto debemos sumarle dos factores que favorecen a los republicanos. El primero es que en los Estados Unidos los oficialismos suelen perder las elecciones legislativas de medio término. A este precedente histórico debemos agregarle algunos cambios de tipo demográfico. Uno de ellos es que el voto demócrata ha tendido a concentrarse en estados altamente poblados, como es el caso de California y Nueva York, mientras que el voto republicano tiende a repartirse mejor entre los estados.  Esto no sólo les facilita a los republicanos la tarea de controlar el Senado, sino también el del colegio electoral que cada cuatro años elige al presidente.

Uno de los motivos por los cuales estas elecciones resultan relevantes es porque nos permitirán entender hacia donde se encaminan las internas del Partido Republicano. Si los candidatos apoyados por Trump son exitosos, el expresidente seguramente afianzará su control del partido y -a pesar de que sigue cosechando el rechazo en amplios sectores de la población- podría convertirse en su candidato para presidente dentro de dos años. Por otra parte, si su éxito no es tan claro, candidaturas como la del gobernador de Florida, el conservador Ron DeSantis, pueden ganar fuerza.

Desde la perspectiva del resto de las naciones, los resultados electorales en la mayor potencia de Occidente siempre son importantes. Es posible por ejemplo que los legisladores republicanos sean más reacios a brindar el nivel de apoyo económico que Estados Unidos viene otorgando a Ucrania. Esto podría afectar el desarrollo del conflicto. Si bien el Congreso tiene menos influencia en la formulación de la política exterior que en las políticas domésticas, un triunfo republicano también debilitaría a Biden, lo cual podría restarle margen de maniobra en el ámbito internacional.   

En el caso de la Argentina en particular, las relaciones con la mayor potencia del hemisferio occidental son centrales. Estados Unidos es, y continuará siendo por mucho tiempo, la mayor potencia militar del mundo. Washington cuenta asimismo con capacidades significativas a la hora de imponer su voluntad en el hemisferio occidental. El proceso de acercamiento comercial de Estados Unidos con sus aliados, debido al temor que despierta en Washington su dependencia de proveedores ubicados en países como China, puede asimismo generar oportunidades para nuestra economía. Las inversiones estadounidenses en el sector energético, en Vaca Muerta pero también en zonas con litio y energías renovables, tienen un enorme potencial. Estos son tan sólo algunos de los aspectos de una agenda amplia y compleja.

Un factor central al momento de pensar nuestra relación con Estados Unidos es la necesidad de no adoptar una posición pasiva, de simples espectadores. La Argentina, al ser el país más de débil de los dos, debe ser proactiva al momento de avanzar una agenda que defienda sus intereses y valores. Es necesario por lo tanto elaborar y consensuar -entre nuestras principales fuerzas políticas- proyectos que fomenten un mayor grado de colaboración. Esto sin embargo sólo será posible si contamos con especialistas que estudien y entiendan lo que sucede allí y con dirigentes que puedan dialogar con sus contrapartes estadounidenses. Ellos serán los que el día de mañana evitarán malentendidos y conflictos innecesarios. 

En este sentido, es posible que el congreso de los Estados Unidos sea el mejor lugar para comenzar a generar este tipo de relaciones. Es por esto, entre otros motivos, que debemos prestar mayor atención a la vida parlamentaria en Washington. 

 

Francisco de Santibañes es Vicepresidente del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Es profesor en la Maestría en Políticas Públicas de la Universidad Austral. Entre otras instituciones, ha dado presentaciones en Chatham House, Johns Hopkins University, Wilson Center, el ISEN, Institut Français des Relations Internationales (Ifri) y el Consejo Alemán de Política Exterior. Es Global Fellow del Wilson Center for International Scholars, Washington DC.


 

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